La música y la conducción forman un equipo de ensueño, ¿o no? ¿Puede la música distraer de los acontecimientos del tráfico, puede afectar a la conducción o al tiempo de reacción? “La música no pasa de largo entre los conductores sin dejar huella. Como demuestran los estudios, no sólo despierta emociones, sino que también puede contribuir a que se descuide el deber de cuidado, por ejemplo como consecuencia de una distracción”, afirma el Dr. Thomas Wagner, psicólogo de tráfico de DEKRA. Esto significa que la música ejerce una clara influencia en el comportamiento al volante.
- La música en el coche tiende a aumentar el tiempo de reacción
- La música estimulante puede hacer que conduzcas más rápido
- Las canciones emotivas suelen captar la atención
La música en el coche provoca tiempos de reacción más largos, por ejemplo, si un ciervo salta de repente a la calzada, según descubrieron en un estudio psicólogos de la Universidad de Zúrich (Suiza). Sorprendentemente, no importaba si el sistema de audio reproducía sonidos relajantes o ritmos estimulantes.
Otro efecto demostrado: los conductores que se animan con ritmos rápidos tienden a conducir más deprisa y a superar el límite de velocidad con más frecuencia que los que tienen sonidos más suaves de fondo. “Con ritmos rápidos, existe el riesgo de que los conductores se dejen llevar emocionalmente por la música y pisen más fuerte el acelerador con el ánimo exaltado”, afirma Wagner.
Disminución de la diligencia en la conducción
“La música suele mejorar el estado de ánimo, pero también puede reducir la atención al volante”, explica el psicólogo. A niveles de volumen más altos, puede distraer mucho de los acontecimientos del tráfico, sobre todo si las canciones están asociadas a emociones y recuerdos personales. “Cuando la atención está ocupada por la música, queda menos capacidad mental para conducir”.
“La música suele mejorar el estado de ánimo, pero también puede reducir la atención al volante”, explica el psicólogo. A niveles de volumen más altos, puede distraer mucho de los acontecimientos del tráfico, sobre todo si las canciones están asociadas a emociones y recuerdos personales. “Cuando la atención está ocupada por la música, queda menos capacidad mental para conducir”.
Por ello, el experto de DEKRA recomienda: “No dejes que tus canciones favoritas te presionen demasiado al volante, elige un volumen razonable y bájalo sobre todo en situaciones de conducción más exigentes, como al adelantar”. Algunos vehículos modernos ya ponen automáticamente el equipo de música en modo silencio al dar marcha atrás.
Sin embargo, si la música en el coche está demasiado alta, no sólo puede distraer, sino también afectar a la seguridad vial de otras maneras. El volumen nunca debe ser tan alto que impida oír las señales de advertencia de otros usuarios de la carretera o la sirena de los servicios de emergencia o de la policía.
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